Pasar al contenido principal
CERRAR

Toxicómano, el arte de hacer grafiti desde Los Mártires

Por: Richard Hernández

Foto: Esteban Herrera.

Por: Richard Hernández

Gracias al contacto de un amigo, logramos ubicar a Andrés Montoya, más conocido como Toxicómano, el famoso grafitero que muchos reconocen en cualquier muro de Bogotá, sus trazos, los colores y su apuesta visual es única. La cita fue en la Calle 21 con Carrera 4, frente a una de sus obras en gran formato

Andrés quien es técnico en publicidad, empezó con diseño gráfico y después se vinculó a la calle , donde encontró una manera de expresarse a través del grafiti, con el colectivo Toxicómano Callejero, del cual es uno de sus fundadores.

Desde hace más de diez años se ha dedicado a buscar esos muros y paredes en diferentes localidades de Bogotá, en especial en la zona de Los Mártires, para plasmar con stencils (plantillas de gráficos), figuras de animales y personajes que ya tienen un sello característico y que sacan algunas veces al ciudadano de su rutina diaria en su recorrido por las calles.

Nos advirtió que lo grabáramos en voz en off, porque prefiere estar en el anonimato.

“Lo que tiene importancia en estos casos es el muro y no el artista, nuestra intención es siempre no aparecer. No somos protagonistas de esto, la intención es que la gente no pueda satisfacer el morbo de quién está detrás, sino que simplemente se fije en la obra y que trate de desplegar su imaginación”, señala.

Foto: Esteban Herrera.

El nombre del colectivo salió al azar, pero para Andrés define bastante lo que es la vida en la ciudad. “Al final termina uno adicto a la polución, al caos y a lo tóxico. Es una palabra sonora que la gente recuerda”, agrega.

El objetivo de este colectivo va orientado hacia dejar mensajes en las calles de la capital y lo que hacen es mezclar imágenes con frases, intentan que sean impactantes, que al transeúnte lo hagan pensar un momento sobre algo que lo distraiga y lo haga reflexionar.

“Lo que pasa es que el grafiti es algo muy grande, que tiene muchas connotaciones y para todo el mundo es algo diferente. Pienso que el grafiti no ha perdido su esencia”, asegura Andrés.

La permanencia o duración de sus trabajos en los muros que intervienen es algo efímero, de ahí que su estilo sea tan cercano a la fotografía.

Foto: Esteban Herrera.

“Por eso cuando terminamos la obra tomamos una foto, ese es nuestro recuerdo y hasta ahí nos pertenece, después es de todo el mundo, por eso creo que el arte urbano es una etiqueta que se ha venido utilizando para designar algo que se hace en la calle, que en realidad pienso que no es arte”, comenta.

Para Toxicómano la calle es la oportunidad perfecta para expresar, es imposible dejar el espacio público únicamente a la publicidad. Por eso sostiene que Bogotá es la ciudad ideal para esta actividad.

“Porque hay un montón de espacios, y pasan una cantidad de cosas que la gente quiere explotar de alguna manera. Bogotá tiene su cuento y tiene su energía”, puntualiza.

ETIQUETAS