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El cantante Chabuco le puso bandoneón al vallenato y lo presentó en Buenos Aires

El cantautor Chabuco celebra su trayectoria musical con un emotivo concierto en Bogotá, donde interpretará lo mejor de su repertorio y nuevos temas que fusionan vallenato, bolero y sonidos contemporáneos.
Chabuco le puso bandoneón al vallenato y lo presentó en Buenos Aires
Redes del artista
Jenny Cifuentes

El cantante colombiano ‘Chabuco’ le ha dado al vallenato viajes por el jazz, el bolero, flamenco, samba o danzón. Nos ha mostrado con su fantasía temas de Rafael Escalona convertidos en samba, a Alejandro Sanz grabando clasicazos de la música del Valle del Cacique Upar y a prestigiosas figuras del flamenco diciendo ayombe.

La belleza de su sonido, con altos niveles de exploración, gestado con esa cálida voz con dejo de pueblo, arreglos de cuidadosa factura y siempre atado a la raíz del folclor, se ha escuchado en sus producciones desde hace más de dos décadas. Chabuco lleva por el mundo el orgullo de la música de su tierra, de esas letras de grandes compositores, de la obra de músicos como su padre Hugues Martínez –gran guitarrista legendario– que hicieron crecer el vallenato.

En 2011 lanzó un álbum que jazzeaba el vallenato y causó tremendo impacto en la audiencia. Impacto bueno. Porque en ese tiempo, y sobre todo frente al público del género, muchos pensaron que era como dar un salto desde las alturas sin red.

Acompañado de músicos brillantes y de renombre en circuitos jazzeros: el baterista Horacio ‘El Negro’ Hernández, el contrabajista Diego Valdés y el productor peruano Kike Purizaga, hizo el disco Clásicos Café La Bolsa. Títulos como “El firme”, de Máximo Movil; “Nido de amor”, de Octavio Daza; “La casa”, de Carlos Huertas; o “Así fue mi querer”, de Gustavo Gutiérrez, aparecieron versionados.

“A ese disco le debo muchísimo. Todo el mundo me dijo que no lo hiciera”, apunta el cantante.


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Ante una propuesta de un sello, él les dijo: “Yo quiero hacer mi álbum, pero nadie, ni un A&R, opina sobre lo que quiero hacer. Yo quiero hacer un homenaje a algo que había hablado con mi padre, que era El Café La Bolsa, un lugar que era de un señor paisa. Y como a los músicos en los años 40, 50 no los dejaban entrar a las fiestas ‘sociales’, el paisa hizo ese local. Y ahí estaba Escalona, mi padre, Jaime Molina (que pintaba la parranda), ‘Colacho’ Mendoza, Luis Enrique Martínez, Lorenzo Morales, todos los grandes. Mi padre me contó que en los años 50 eso era como un cabaret donde ellos se reunían después de que tocaban. No eran bienvenidos a los clubes, entonces tenían su club ellos ahí”.

Chabuco Tango

El año pasado presentó el álbum Chabuco Tango, que es homenaje a la música argentina y en el que el vallenato resuena con bandoneón. Incluye “Pétalo de sal”, de Fito Páez, interpretado junto a Juanes.

 

 

Afirma Chabuco: “Cada vez que yo canto, mi voz sigue siendo campesina. Así, a un vallenato lo meta en el tango, el danzón o en el bolero. No hay un tema que yo haya grabado en algún disco que no traiga un recuerdo de mi infancia.

No me siento tan compositor, pero sí digo cosas chéveres. En cada disco meto alguna cartica. Por ejemplo, en este disco, cuando estábamos en una sierra nevada donde no hay nada, solo un Steinway y ¡un estudio! donde grababa Charly García, Serú Girán… Ya cuando el disco estaba caminando, yo salí con “Pueblo”, y lo canté ahí en un momentico:

Pueblo de mis sentimientos
Dime si me has olvidado
Sabes que te llevo dentro
Aunque me encuentro alejado de ti.

Es bien emocional. Dice lo que yo tengo que agradecerle al lugar donde vengo”.

El trabajo fue presentado en Buenos Aires en un hermoso show plasmado en el trabajo Chabuco Tango En Vivo en Buenos Aires (2025).

La historia de los vallenatos grabados por Chabuco en su más reciente producción, contada por sus compositores.

No voy a Patillal

Obra del compositor Armando Zabaleta (1927-2010), dedicada a su amigo Fredy Molina (autor de Amor sensible, Tiempos de cometa, Los novios y otros famosos clásicos), quien murió a los 27 años, el 15 de octubre de 1972.

Narró Armando Zabaleta en el espacio Maestros (1995) emitido por la televisión pública:

“No voy a Patillal se la compuse yo a ese gran amigo mío desaparecido, Fredy Molina. Cuando mataron a Fredy, no sé… no me acuerdo, si venía de Barranquilla a Santa Marta. A las 4 de la tarde, me encontré con el finado Octavio Daza –que también lo mataron–, gran compositor de Río Badillo. Me dijo: ‘Mataron a Fredy ayer, lo entierran hoy a las 4’. A las 4 p. m., cuando me lo dijo, era el entierro en Patillal. Rrrda, a mí me cayó como un balde de agua fría esa vaina, y no pude ir. Entonces, mandé el pésame y todo. Yo no más conocía a la mamá de él y al hermano que lo mató.

Se me presentó Jorge Oñate en la casa:
– Mando, tienes que hacerle una canción a Fredy.
– Hombe sí, yo tengo pendiente, pero han hecho más de cincuenta canciones.
– No, pero no sirve ninguna.
– Bueno, yo sí le voy a componer una canción. No respondo si sea bonita, pero va a decir lo que yo siento”.

Así surgió el tema que originalmente se llamó No vuelvo a Patillal, que además fue ganadora en la categoría de Canción Inédita en el Festival de la Leyenda Vallenata en 1973.

Sobre ir a Patillal, Zabaleta en el programa dijo:

“No, no he ido más. Han hecho propuestas y juntas de tipo amigos parranderos de esa época: «Vamos a llevar a Armando a Patillal». Yo no digo que no voy, pero todavía no he ido”.

Y según versiones de sus amigos, no volvió.

Nació mi poesía

Autoría de Fernando Dangond (1962), quien en sus redes contó:

“Yo vivía en Bogotá. Tenía unos 16 años, y vivía muy nostálgico de mi tierra. Yo tuve una infancia muy privilegiada: por mi casa pasaba una vendedora ambulante siempre cantando ‘Arepita e’ queque merengue, chiricana y dulces’.

Eso se me quedó grabado y a mí me entró un afán de preservar las costumbres de mi tierra, de mi pueblo lindo Valledupar. Por eso compuse esta canción.

La presenté en el Festival Vallenato, a concursar en la Canción Inédita. En esa época, mi papá era el gobernador del Cesar, y por eso pienso que el jurado tenía cierta aprensión a darme el primer puesto. Pensaban que los iban a acusar de favoritismo y decidieron declarar el primer puesto desierto, a pesar de que mi canción era la favorita. Pero sí les dieron a otras composiciones el segundo y el tercer puesto; esto estaba en contra de los reglamentos.

Posteriormente, Consuelo Araujo Molina revirtió la decisión, y le dieron a Nació mi poesía el primer lugar.

Una anécdota es que yo me acerqué a Diomedes y se la canté, pero él, en ese momento, no estaba pendiente de grabar este estilo de canciones, y no la grabó. La canción llegó a oídos de Jorge Oñate, se enamoró de ella y como ustedes saben, el resto es historia”.

El arco iris

Una canción compuesta por Rafael Escalona (1927-2009), dedicada a una de sus parejas: Dina Luz (hermana del fallecido acordeonero Egidio Cuadrado).

Sobre la obra, en la que nombra a su musa Dina Luz y a su amigo desde la infancia, el pintor Jaime Molina, el maestro Escalona declaró en una entrevista realizada para el canal Telecaribe en los años 90:

“Mi papá me había hablado de los arcos iris. No me acuerdo cómo es la descomposición física de la luz, del agua, cuando se transforma pues en las gotas y se convierte en arco iris. Eso para mí era un misterio –y quiero que siga siéndolo–. Pero yo me preguntaba… Bueno, y yo pintaba con lápices de colores, no había otra cosa, ni yo la conocía.

Y yo vivía con Jaime Molina, y (se refiere tal vez a la época de infancia, al ver un arco iris) yo decía: ‘Y ese pintor, ¿dónde consiguió esos lápices tan grandes, y ese papel… para atravesar de allá, de El Perijá, de allá del Cesar hasta acá, hasta la Nevada, pintando ese arco iris? ¿Y cómo haría para subirse hasta allá?’

Para mí eso seguía siendo un misterio. Eso nunca lo pude olvidar”.

El investigador Iván Gil, fuente de primera mano, apunta que en la canción, popularizada con la interpretación de Iván Villazón, no fueron grabadas todas sus estrofas, y revela estos versos no incluidos en el registro:

Jaime, yo necesito tu portento
No sé qué dirás tú
Para dibujar allá en el firmamento
El rostro de Dina Luz
Decí, decí que sí
No te neguei, Molina, te lo pido
No te neguei, Molina
Lo último que te pido

Narra Gil: “Cuando Escalona se vino de Panamá en 1978, vivía con Dina Luz en Barranquilla. Nos fuimos a visitarlo Álvaro Molina (hermano de Jaime) y yo, un fin de semana. Nos dijo que estaba haciendo un paseo para Dina –en voz baja– para que ella no se enterara, porque quería darle la sorpresa. Tarareó la primera estrofa, y tácitamente se refirió a Jaime Molina.

Al regresar a Valledupar, le contamos a Jaime, y nos ha dicho: ‘Ya vuelve ese estúpido a meterme en líos, como cuando el tal Pirata de Loperena’. Pocos días después, Jaime sufrió el infarto y Escalona vino a visitarlo. Llevaba la canción adelantada, se la cantó, y Jaime lo insultó “con frases de cariño que él sabía decir””.

Jaime Molina, pintor, caricaturista y creador del afiche del Festival Vallenato, falleció el 15 de agosto de 1978.

Chabuco estará con su show en Bogotá, el 24 de octubre.  

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