Más de 800 víctimas del conflicto en el Valle del Cauca fueron indemnizadas.
En jornadas de reparación masiva, víctimas del conflicto armado, provenientes de cinco municipios del Valle del Cauca, recibieron sus cartas de indemnización como parte del proceso de reparación integral.
La Unidad para las Víctimas entregó $11.400 millones en indemnizaciones a sobrevivientes del conflicto armado residentes en Jamundí, La Cumbre, Florida, Candelaria y Dagua. Esta inversión fortalece el acceso a la reparación integral y contribuye a que más personas puedan avanzar en la reconstrucción de sus proyectos personales y familiares.
Entre los beneficiarios se encuentra Carlos Agudelo, un joven que explica que vivir con discapacidad visual desde niño le enseñó a enfrentar los desafíos con determinación. Asegura que su experiencia de desplazamiento marcó el punto desde el cual comenzó a reconstruir su vida y a definir nuevas metas.
“Colombia no es solo violencia, es una gran riqueza que el mundo debería descubrir”, afirma al contar por qué decidió estudiar Administración Turística en la Universidad del Valle, con la visión de desarrollar un proyecto que facilita a las personas con discapacidad recorrer el país.
Como él, 842 víctimas recibieron sus cartas de indemnización durante jornadas masivas realizadas por la Unidad para las Víctimas, que hicieron parte de la estrategia institucional “Del Escritorio al Territorio”, orientada a fortalecer la presencia estatal y facilitar el acceso a los procesos de atención y reparación.
En estos espacios de atención se destinaron $11.430 millones y se priorizó la entrega presencial para facilitar trámites, resolver inquietudes y garantizar un acompañamiento cercano.
Adith Rafael Romero, director de la Unidad de Víctimas, señaló: “Las víctimas no están solas. El Gobierno nacional sigue recorriendo los territorios para llevar esperanza y reparación integral. Continuaremos entregando más cartas de indemnización a quienes han esperado durante años su reparación económica”.
Con la indemnización recibida, Carlos podrá cubrir sus estudios universitarios y retomar una actividad que considera fundamental en su vida: el lanzamiento de jabalina. Este deporte lo conoció al llegar desplazado a Cali, cuando buscaba espacios de inclusión para personas con discapacidad. Hoy, hace parte de la Liga Vallecaucana de Paraatletismo. “Aprender de lo difícil me ha hecho más fuerte”, expresa.
Con estas entregas, la Unidad para las Víctimas continúa impulsando oportunidades para quienes han vivido los impactos del conflicto, con el propósito de que cada indemnización contribuya a que “el dolor se transforme en nuevas posibilidades” y los proyectos de vida puedan retomarse y fortalecerse.
El nombre de la víctima ha sido cambiado por seguridad.