Curvas en Bici, el proyecto que busca empoderar a las mujeres ciclistas

‘Curvas en Bici’ es un espacio para el empoderamiento de las mujeres que usan, o quieren empezar a usar, la bicicleta ya sea como medio de transporte o de manera recreativa. Su fundadora es la trabajadora social, Ángela Sánchez Restrepo, para quien la bicicleta es la excusa perfecta para crear comunidad y romper brechas de género en un deporte en el que aún hay un largo camino por visibilizar a la mujer.

Desde que Ángela era estudiante de trabajo social se desenvolvió en proyectos que promovían el uso de la bicicleta en la ciudad, como lo eran la iniciativa de la Secretaría Distrital de Movilidad ‘Al Colegio en Bici’, y ser guardiana de la ciclovía bogotana.

Fue puntualmente en esta última donde hizo parte de una investigación de conteo de personas en la que se evaluaban los deportes que practicaban durante la ciclovía, y notó desde el inicio que la frecuencia de mujeres que pasaban en bicicleta era menor al que reportaban sus compañeros que medían otras actividades.

“Con este conteo, yo me empecé a preguntar, ¿por qué pasa con las mujeres en bici si hay un espacio semanal libre, gratuito, para todos en la ciudad? Entonces, a partir de esa pregunta empecé a dirigir mi enfoque profesional como trabajadora social y empecé a reunirme con otras mujeres que también montaban bici, aunque no con tanta frecuencia, y encontré temores como no saber de mecánica básica, no tener las suficientes habilidades para maniobrar en una ciudad donde el tráfico es violento, acoso callejero, entre otros tantos motivos”, cuenta Ángela Sánchez, fundadora de Curvas en Bici.

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El nombre de la corporación 'Curvas en Bici' que inició en 2017, hace referencia tanto a las curvas que se pueden encontrar en los recorridos, como a una de las características más asociadas a los cuerpos femeninos, “las curvas no tienen una talla específica, simplemente están y todas las disfrutamos de la manera en las que las tenemos, entonces es una manera de reconocer nuestro cuerpo, amarlo y respetarlo tal cual es”, añade la fundadora.

La corporación, que actualmente está conformada por más de 200 mujeres, no para de rodar ni de crecer. Quienes la conforman buscan mantenerse activas para seguir ocupando la ciudad y visibilizando a las biciusuarias, para que se naturalice y se respete cada vez más la figura de quienes se atreven a movilizarse en una ciudad como Bogotá que, a pesar de ser líder en América Latina en el uso de este medio de transporte sostenible y contar actualmente con 560 kilómetros de ciclorruta, sigue siendo el escenario de decenas de siniestros viales semana tras semana. Además, la inseguridad convierte a los biciusuarios en el blanco de los delincuentes, pues solo en 2021 se registraron 8.200 bicicletas robadas.

De ahí nace la necesidad de hacer de la ciudad un espacio más seguro para las mujeres en bicicleta y de crear una red que entienda las necesidades de las biciusuarias. “Nosotras creemos que dentro del contexto en el que estamos, el hecho de salir al espacio público en bicicleta es un acto político, es recuperar el espacio público para nosotras y al movilizarnos más mujeres eso hace que de cierta forma abriguemos más seguridad para otras”, explica.

Curvas en Bici busca romper la brecha de género que hay en el uso de la bicicleta, por eso desde sus actividades acompañan a las mujeres en el proceso desde que se unen a la corporación, les enseñan mediante actividades el uso de las herramientas necesarias para transitar en la ciudad y los recorridos fuera de ella, e incluso conversatorios en los que se trabajan temas de género, comunicación y autoestima.

“Nosotras tenemos una gran responsabilidad a la hora de incentivar a las mujeres a montar en bici aunque la ciudad no se encuentre en las condiciones más óptimas para hacerlo”, dice Sánchez, sin embargo afirma que, después de su más reciente travesía con Curvas en Bici recorriendo Europa, entendieron que es posible crear una infraestructura amena para las personas que transitan el espacio público, incluso hablando de peatones.

Además, la trabajadora social defiende que el escenario deportivo es el espacio para empoderar y motivar a otras a que rompan las barreras mentales que pueden existir, no solo en el deporte. “Al final termina siendo un ejercicio transversal para la vida de las mujeres, que entre todas trabajamos con la bici como excusa para transformar vidas”, expresa.

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Sánchez espera que desde el ciclismo urbano hasta el profesional se empiece a reflexionar sobre el papel de las mujeres en ese escenario deportivo, argumentando que las brechas se sienten en ambos espacios. Dice que es importante visibilizar para que se reconozca, incluso en la parte económica, de manera más justa, pues los patrocinios que bien podrían apoyar la carrera deportiva de mujeres suelen ser limitados, aunque reconoce que poco a poco cada vez más marcas se animan a brindar apoyo.

En cuanto a la corporación, actualmente se solventa económicamente a través de su emprendimiento “Curvas en Bici Power”, en el que organizan charlas, clases de bicicleta, capacitaciones empresariales y promueven su propia indumentaria pensada para mujeres y su confort, además, cuentan con el apoyo de aportes voluntarios de quienes conforman la comunidad.

“A través de estos ingresos hacemos un cubrimiento de las tareas logísticas y administrativas de la corporación, con los ingresos de nuestra línea de sostenibilidad vamos a lograr cumplir nuestro quinto aniversario, eso orgullosamente me ha permitido trabajar durante el último año solo para mi corporación con la que puedo servir y apoyar a las mujeres que hacen parte de ella y con quienes estamos resistiendo y abriendo camino”, concluye la fundadora de Curvas en Bici.