La docente que enseña español con dominó en el Atlántico
Ubicado en la banda oriental del departamento del Atlántico, el municipio de Santo Tomás se destaca por su gastronomía y su vocación ganadera, dos rasgos tradicionales y populares que van a la par con la cría de gallos de pelea y la afición por el dominó.
Aprovechando el arraigo de dicho juego, uno de los más populares en el Caribe colombiano, la docente de español Yolisabel Maldonado se dio a la tarea de adaptarlo a la enseñanza del idioma en el colegio en que trabaja y donde tiene a cargo niños que apenas empiezan a hablar y escribir.
Yolisabel asegura que el dominó tiene propiedades que facilitan el aprendizaje en los niños y que, además, conecta con facilidad gracias a su sentido de lo novedoso en medio de un modelo de enseñanza a veces tradicionalista y acartonado.
“El dominó es un juego en que ponemos a prueba nuestras habilidades cognitivas, el cerebro está en constante movimiento. Entonces dije que lo podría implementar en mi clase de español si el objetivo era incentivar la mente”, explica.
Uno de los primeros pasos fue enseñarles a los niños a fijarse en la letra inicial cuando pronuncian el valor numérico de cada ficha. Superado esto, el método indica que el docente debe mostrarle varias imágenes y asegurarse de que una de ellas retrate un objeto cuyo nombre comparte la letra inicial con la de la ficha en cuestión.
Por ejemplo: si el valor de la ficha seleccionada es uno, el docente puede elegir la fotografía de una uva, de una araña y de una casa para que el estudiante establezca dónde está la relación entre vocales.
Hasta ahora, los resultados han superado las expectativas. La docente Yolisabel no tiene quejas sobre el grado de implicación de los estudiantes. “Los niños han estado muy interesados. El lema es que los niños aprendan jugando. Entonces, qué mejor manera de implementar uno de los juegos más tradicionales del Caribe de una manera diferente. Es una novedad, un juego nuevo”.
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Derrumbando los estigmas
El del dominó ha sido un terreno que los hombres se han tomado desde que su práctica se difundió por la región. Todavía son costumbre las partidas eternas amenizadas con bebidas que los jugadores defendían por su inducción a la lucidez. En medio de este panorama, la mujer se abrió paso y hoy es protagonista de competencias en las que se miden las destrezas de quienes participan.
Yolisabel es una de ellas. Juega dominó, desde niña se sintió atraída viendo a sus familiares y amigos pasar muchas horas concentrados. Años después se topó con la fundación Full Dominó, dentro de la cual ha preferido la labor de promotora del juego por encima de la pasión de competir.
Desligar el dominó de la juerga y abrir espacio a las mujeres han sido dos retos fundamentales en la búsqueda de que este juego sea reconocido como disciplina deportiva, tal y como ya ocurre en otros países.
Alfredo Cervantes, director de la Fundación Full Dominó, dice que “se han dado grandes pasos” al ser incluidos en las dos últimas ediciones de los Juegos Bolivarianos, Santa Marta 2017 y Valledupar 2022, este último a celebrarse a finales del mes actual.
Además, destaca que la Fundación, como promotora de este deporte en Colombia, está afiliada a la Federación Internacional de Dominó y a la Organización de los Juegos Bolivarianos (Odebo). “A partir de ese contexto, nos faltaba incluir esto en el informe técnico que nos pide el Ministerio del Deporte para que el dominó sea deporte en Colombia”.
