Según Valdés la muerte de los oficiales se produjo por un “politraumatismo severo por caída contra superficie dura”. Aseguró que no se presentaron lesiones correspondientes a una explosión y que el incineramiento de los cuerpos se generó después de la muerte.
“El Instituto reafirma que científicamente la causa de la muerte de estos servidores de la Policía Nacional obedeció única y exclusivamente al trauma presentado por la caída en superficie dura, descarándose científicamente que los cuerpos presenten cualquier tipo de patrón de explosión o que tuvieran proyectiles” aseguró.
Valdés añadió que en los análisis químicos se halló evidencia de hidrocarburos correspondientes sólo a la gasolina de la aeronave.