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El río de la prosperidad

Pese a no ser el más largo ni el más caudaloso de Colombia, el río Grande la Magdalena es el más importante de Colombia pues no solo lo atraviesa de sur a norte sino que fue gracias a existencia que el progreso del país hizo su entrada triunfal casi desde el mismo momento en que fue descubierto por el conquistador español Rodrigo de Bastidas en 1501. Sin embargo, hoy en día su realidad no es tan sublime.

Pero antes de que tomara el nombre castizo que lo popularizó, los indígenas que habitaban la zona en donde nació lo llamaban Yuma (río de la montaña) y era tan importante como en sus mejores épocas. Hoy, 514 años después de que fuera bautizado en honor a María Magdalena, Radio Nacional de Colombia empezó a recorrerlo para conocer más a fondo su situación actual, esa que están afectando el cambio climático y las acciones de quienes viven en sus riberas.

Iniciamos nuestro recorrido en Neiva, la primera gran ciudad que atraviesa el río, un lugar en donde poco parece importar el futuro de quien trajo prosperidad e historias a toda una nación. La primera imagen que se lleva el visitante es la de un vertedero de desperdicios porque en eso está convertido el Magdalena por parte de la población. La falta de una planta de tratamiento adecuada hace que las aguas negras de más de 340 mil personas vayan a parar directamente a este.

Por el río Magdalena

Pese a que en algún momento fuese llamada la “Capital de Río Magdalena” y junto a su ronda se haya construido un majestuoso malecón, Neiva registra en la actualidad 13 vertimientos directos de aguas residuales sobre el río y en los últimos meses se sumó a las poblaciones en donde se ha registrado el caudal más bajo en la historia, tan reducido que la zona conocida como la Gaitana es posible atravesar el río caminando y llegar hasta La isla, un lugar en donde los “pasadores” tiene que buscar otro oficio pues su trabajo ya no es requerido.

Sin embargo, no todo lo que le pasa al río cuando atraviesa Neiva es culpa de sus habitantes, kilómetros arriba se encuentran dos de las represas más grandes de Colombia, Betania y El Quimbo, proyectos de generación de energía que utilizan como principal fuente de llenado las aguas del Río grande y que según muchos huilenses se constituye en la más sobresaliente de las causas para que la situación sea desoladora en la actualidad.

Así se inicia este recorrido, con preguntas y respuestas, con la necesidad de comprender qué está pasando con la arteria fluvial que antes de su desembocadura baña 18 de los 32 departamentos colombianos y que pese a todos los embates que a diario debe enfrentar, produce el 85 % del Producto Interno Bruto PIB en el país y le sirve de sustento a cerca del 80 % de la población en Colombia.

Por el río Magdalena

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