Juan Meliá, Coordinador de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes de México, habló con SRC sobre la evolución de las artes escénicas de su país, así como del reto y la satisfacción que significa mostrar al público de Colombia la vigencia de su teatro.
“Hace algunos años el teatro mexicano exponía un tipo de puesta en escena muy pesada desde la imagen, pero la convivencia de distintas generaciones, la vinculación entre director y dramaturgo, que en muchos casos es el mismo, ha logrado darle un giro con creatividad para mostrar una imagen renovada de los temas que nos acontecen”.
Entre éstos, mencionó el desarrollo de asuntos político - sociales desde la línea del teatro documento o teatro social, el cual ha tenido mucha repercusión y se ha permeado de nuevos lenguajes.
Este encuentro de generaciones está enriqueciendo el teatro de manera significativa, logrando una variada representatividad como la que se encuentra en el FIT.
Octavio Arbeláez, director del Festival, resalta a México como país emblemático en materia de desarrollo teatral, “históricamente cuando llegó la colonia española éste fue el país donde probablemente se instauró el teatro en América, convirtiéndose en uno de los mayores polos de desarrollo de la escena, junto a Argentina y Uruguay”.
Desde esa tradición, se consideró un periodo mexicano de consolidación de la escena a través del teatro clásico y formas convencionales, y así como en el cine comenzó una innovación a partir de finales del siglo pasado y comienzos de éste, en el teatro aparecieron nuevos lenguajes, directores y dramaturgos.
“Nos interesaba traer al Festival esa mirada sobre las dramaturgias contemporáneas y los nuevos directores que están partidos por generaciones, con una camada que empezó a renovar la escena con mucha potencia, encabezada por David Holguín, Mario Espinoza y Jorge Vargas, quienes están alrededor de los 50 años”, indicó el director del FIT.
Pero luego llegan los treintañeros, una generación como la de Alejandro Ricaño y David Gaitán que están causando sensación en el mundo con sus propuestas escénicas. “Y es precisamente ese diálogo entre generaciones más contemporáneas las que pretendemos que disfrute Manizales”, afirmó Arbeláez Tobón.
En Escena
La Compañía Nacional presenta una dramaturgia de Juan Villoro, uno de los novelistas más importantes de Iberoamérica. El grupo Línea de Sombra, caracterizado por su estabilidad y capacidad propositiva hace un juego entre Ciudad Juárez, una de las ciudades más peligrosas del norte de México, con la vida y declive del ex boxeador y ex campeón mundial, el Mantequilla Nápoles.
“Un tipo de teatro muy vivo, político y comprometido, con alta calidad en todos los niveles: dirección, actuación escenografía y explora formas diferentes de presentarse al público”, explicó Juan Meliá.
Por su parte, la Compañía Triciclo Rojo con tendencia hacia el clown y el grupo A Poc A Poc enfocado en la expresión mediante danza teatro, complementan la apuesta mexicana, además de la coproducción entre Colombia y el grupo Rodará, especializado en formación de nuevo circo con un festival destacado en el país Azteca.
“Además de ser un honor estar en un Festival con peso e historia reflejados en sus 36 ediciones, nos permite tener una ventana de doble vía para estar cada vez más cerca de los creadores colombianos. Hay un punto de vasos comunicantes que debemos acercar en todo sentido, desde la dramaturgia, la dirección, la actuación y por supuesto, las temáticas que nos identifican como Latinoamericanos”, puntualizó.