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Familiares de víctimas de falsos positivos en Huila piden que "nunca más" se repita esta tragedia en Colombia

En Neiva, víctimas de ejecuciones extrajudiciales y comparecientes de la fuerza pública se encontraron frente a frente en un acto restaurativo cargado de verdad, memoria y dignidad.
Audiencia JEP en Neiva julio 2025 por falsos positivos
📸 Créditos fotos: Jurisdicción Especial para la Paz
Paulina Yáñez Vargas

La señora Luz Marina habla con firmeza cuando dice que, como víctima del conflicto armado, es capaz de perdonar porque quiere un país mejor y ser un ejemplo de paz.

Su entereza, sin embargo, no impide que solloce y seque sus lágrimas luego de darse un abrazo sentido con Yeison Lozano, un compareciente de la fuerza pública (un exintegrante del Ejército). Acaban de tener un diálogo simbólico en medio del acto restaurativo ‘Tejiendo líneas de memoria’ en la ciudad de Neiva, capital del Huila.

“La restauración es una obligación cuando la sociedad se ha hecho pedazos por culpa de la violencia”, ha planteado Andrés Restrepo Correa, coordinador de la Agencia Nacional de Reincorporación y Normalización (ARN). Lo dice posterior a una indicación clave de la maestra de ceremonia: silencio. La carga emocional de este espacio necesita silencio y respeto.

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Coplas a la memoria

Un rasgado de tiple resuena en el auditorio cuando las luces se apagan. Como huilenses reconocemos el ritmo y se siente venir un rajaleña.

Las familias han luchado
con cariño y con esfuerzo
Que se sepa la verdad
De su legado en el tiempo
Olelo lelo laila de su legado en el tiempo.

Quienes cantan son un abuelo y su nieta. Es parte de la obra artística creada entre familiares de 15 víctimas de ejecuciones extrajudiciales y 20 comparecientes. La concertaron luego de ocho encuentros en los que se vieron a los ojos, sintieron tensión, construyeron confianza y decidieron colectivamente cómo honrar la memoria y dignidad de las personas presentadas ilegítimamente como bajas en combate.

“Póngale cuidado, mija, en un tiempo en Colombia la gente aparecía con las botas al revés”, dice el abuelo para referirse a la década de los 2000.

Según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), entre 2005 y 2008 en Huila ocurrieron 200 asesinatos, entre ellos 32 desapariciones forzadas, además de ocho tentativas de homicidio, perpetrados por integrantes de diferentes batallones y fuerzas especiales presentes en el departamento. La cifra se duplica según los registros de organizaciones defensoras de derechos humanos.

Este acto restaurativo, que solo toma a un grupo pequeño de casos, también se enmarca en la Audiencia de Verificación del cumplimiento de la obligación de restaurar a las víctimas por parte de comparecientes de la fuerza pública no seleccionados como máximos responsables, involucrados en ‘falsos positivos’ cometidos en Huila, y que fue presidida por magistrados de la Jurisdicción.

Poco a poco, en medio del relato del abuelo, el escenario se llena de fotografías. Son los rostros de la tragedia con sus nombres: Giancarlo. Daniel. Alba Luz. Dayana. José Néstor. Yobany. Hortensia. Manuel Antonio. William. Juan Diego. Miller Andrés. Danilo. Dagoberto. Edwin. Rafael.

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A cada rostro se le enciende una veladora y se reivindica su buen nombre. Todos con sueños. Todos inocentes.

Sus familias han luchado
con todito el corazón
Dignidad de su buen nombre
El tiempo da la razón
Olelo lelo laila el tiempo da la razón.

Muchas mujeres que denunciaron los crímenes fueron tildadas de locas. Restrepo Correa, al inicio de la jornada, había citado a Francisco de Roux sobre el significado y la resonancia del acto restaurativo:

“Queremos que produzca el efecto de una piedra que cae en un cuerpo de agua y que sus ondas ericen la superficie entumecida de Colombia”.

“¡Romero, romero para la memoria!”, recalca el abuelo.

¿Y quién dio la orden?

Luz Marina Cuchumbe, madre de Hortensia Tunja Cuchumbe, una niña deportista, dice que este acto es histórico para las víctimas. No obstante, “será más sanador cuando conozcamos de los altos mandos que dieron la orden y por qué la dieron. Estoy dispuesta a reunirme con los hombres que estuvieron en el operativo donde murió mi hija”, expresó para hablar de cómo la justicia restaurativa la ha transformado.

Yeison la siguió en la respuesta a la misma pregunta:

“(En el Ejército) nos enseñaban a matar; éramos una ‘máquina de guerra’, como la canción, nos estaban quitando la humanidad que traíamos. Esta justicia nos ha traído un gran cambio. Las emociones que trae esto lo humanizan más a uno. Yo la admiro a ella (a Luz), todas son unas mujeres verracas por llegar a este punto”.

En las ejecuciones extrajudiciales participaron tanto civiles como militares, incluidos integrantes de distintos niveles del Batallón de Infantería No. 26 'Cacique Pigoanza' (BIPIG), el Batallón de Infantería No. 27 'Magdalena' (BIMAG), la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas No. 11 (AFEUR 11) y la IX Brigada. Los civiles actuaron como informantes y reclutadores. 

En el auditorio se repartió un periódico local con el titular: ‘No eran criminales, eran inocentes’. También tres modelos de separadores que reflejan tres patrones, los hechos sistemáticos para la ejecución de estos crímenes de guerra y de lesa humanidad:

  1. Homicidios y desapariciones forzadas cometidas sobre pobladores de la región por la estigmatización como integrantes o colaboradores de la guerrilla.
  2. Homicidios y desapariciones forzadas perpetrados sobre personas ajenas al territorio, en situación de vulnerabilidad.
  3. Homicidios y desapariciones forzadas cometidos en operaciones desarrolladas contra supuestos miembros de la delincuencia común y/o milicias.

En un recorrido guiado, son los mismos comparecientes quienes explican cada uno. Se les quiebra la voz, algunos no logran encontrar las palabras. Las víctimas y los magistrados les escuchan.

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Los relatos sonoros de este proceso restaurativo pueden escucharse aquí:
🔗 Spotify - Tejiendo líneas de memoria


Seguir caminando

“Tenemos el reto de generar nuevos procesos con más víctimas y más comparecientes”, dijo Rosa Liliana Ortiz, representante legal del Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio (Obsurdh), una de las organizaciones que ha acompañado a las víctimas en su largo proceso de búsqueda de verdad, reparación y no repetición.

Entre tanto, Alejandra Ballesteros, abogada del Colectivo José Alvear Restrepo, valoró positivamente la participación activa y propositiva de las víctimas en el acto restaurativo, aunque esperaban ver a los comparecientes trabajando en la comunidad más allá de lo simbólico.

“Nada será suficiente”, admite Claudia Saldaña, magistrada de la JEP. “La justicia restaurativa es un modelo imperfecto, pero el mejor diseñado para doblegar la impunidad. Claro que siempre faltará más, y seguiremos caminando, develando verdades y haciendo procesos restaurativos en el país”.

El auditorio se irá desocupando. Las fotos se recogerán. Las familias de las víctimas volverán a sus hogares. Quienes estuvieron allí se habrán estremecido. Ojalá lleven el mensaje de ‘Nunca más’ a donde vayan.

“Que nuestro sufrimiento, lucha y anhelo de paz sea el aporte para que estos crímenes NUNCA MÁS se vuelvan a cometer”, reza el cartel de mujeres víctimas presentado durante el acto restaurativo.

📺 Vea la audiencia completa aquí:
YouTube - Audiencia JEP Neiva

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