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Yuma y las historias del Magdalena, de Barrancabermeja a Mompox

El Río Magdalena inunda con el poder de su cultura y sus historias. Siempre existen descubridores detrás de ella, ellos explican sobre la necesidad de estar conectados con el agua. Dos historias se unen en una sola narración, todos son parte del Magdalena.

Por: @RuthGlvez periodista de @RadNalBmanga

“Lleno de leyendas y buenas historias” inicialmente lo describe así Carlos Vásquez, folclorista del Magdalena Medio y docente de la Universidad de la Paz de Barrancabermeja:

“Indudablemente el río grande de la Magdalena o ‘Yuma’ (río de la alta montaña) está cargado de narraciones y hay que reconocer toda su forma ancestral de poblamiento”. El profesor habla sobre la llegada de Gonzalo Jiménez de Quesada y personajes que se confunden entre las leyendas y la verdad como ‘El Cacique Pipatón’ y su legado de doce mujeres, entre ellas su favorita, ‘Yarima’.

En el río crecieron historias de hombres que se convertían en animales, como la leyenda del Hombre Caimán:

“Se necesita que el río sea reconocido y pensado como un escenario de cultura, diversidades y de una carga muy importantes en nuestra historia. Así como hay personajes mito, el río también fue río de muertos, hoy es un río de vida afortunadamente” dice el profesor Vásquez sobre las orillas y nombres de pueblos sacados de lugares míticos como Puerto Boyacá, La Dorada, Puerto Berrio, Cimitarra, Yondó, Cantagallo y muchos más donde “hombres y mujeres fallecieron, construyeron historia que no podríamos olvidar tampoco” recuerda.

También se refiere a Cecilia Guevara, una escritora de Gamarra:

“Ella ha hecho una recopilación de cuentos y mitos de la región, éstos son mucho más contemporáneos, pero también es un referente de Gabriel García Márquez en su texto ‘Cien Años de Soledad’” pues la escena de los músicos donde navegaban en el barco “realmente sucedió; traían instrumentos y santos y una tormenta inmensa hizo que el barco naufragara”. Escuche parte de la narración de este naufragio aquí:

El profesor y folclorista menciona los cantos ancestrales que cuentan sobre el río Magdalena:

“hablan de esa imagen hermosa, de su tranquilidad, su vertiginoso subir y su gran recorrido, el Magdalena es un río que cuenta historias y hace orillas, canta con el movimiento de sus aguas”, conoció los dolores de la guerra y se tiñó de rojo, pero también limpia y renueva las historias, aquellas que crecen con sus tambores, cantos y santos.

Foto: Carlos Vásquez



Recorremos ahora más de 370 kilómetros fluviales para llegar a Mompox. El Magdalena es imponente y con ella las historias que mantienen viva a ‘Yarima’ por esto Totó La Momposina (Sonia Bazanta Vides) recrea el corazón de la tierra y el agua que la vieron venir con la fuerzas de su canto y cultura:

“Mi nombre es la Momposina, pero la Momposina viene de una etnia familiar de Sixto Vides Choperena, isla de Mompox, familia que tenemos lazos inmensos a través de nuestra raza y familia… Sixto Vides la entregó a su patria, a su país. Eso nos pertenecía a los Bazanta Vides Durán Mancera, representar y hablar de lo que significa la isla de Mompox a través del Cacique Mompox” expresa Totó.

Ella es la voz de esa tradición. “El Cacique Pipatón estaba bajo el regimiento del Cacique de Mompox, así como el Cacique Talahigua y como nosotros” recuerda ella. Sus padres nacieron en Talahigua: “nosotros estamos supeditados al Cacique Mompox, eso dice todo” finaliza La Momposina explicando que somos seres de agua y que cada vez que podemos visitamos nuestros ríos y nuestros mares, porque el corazón nos lo pide y los ancestros recuerdan a Colombia que “de agua vivimos”.

Foto: Angélica Blanco

Estas son sólo dos historias, vivencias de ‘Yuma’, creencias que no se han extinto y siguen en la memoria de quienes habitan en su ribera, pero también el recuerdo de aquellos que ya no están, las músicas y sus creencias aún se mantienen en el corazón de quienes sienten tan cerca el río Magdalena.

Foto: Angélica Blanco

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