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La Guaneña, una leyenda que se cuenta con música

Exploramos la historia de La Guaneña, el tradicional baile de los Andes colombianos.

Por: Janneth Jurado Guerrero.

Que es originaria del Guano (Ecuador), que es la evolución de la original palabra ‘Juaneña’ por San Juan, quien le da nombre al municipio, que eran unas mujeres que se dedicaban a la guerra y muchas otras teorías. Los historiadores en sus investigaciones tienen muchas versiones sobre el personaje que inspiró la melodía que con los años, se convirtió en característica del sur de Colombia.

En lo que sí coincidimos los nariñenses, los que vivimos en la tierra o los que están fuera de ella, es que en cuanto escuchamos los raizales sonidos de La Guaneña, nos brota el amor por el lugar que nos vio nacer. Hablamos con hombres y mujeres que le rinden un homenaje del corazón a esta canción.

Durante los últimos cuatro años en Pasto, un par de danzantes y gestoras culturales, han construido un evento dedicado a resaltar la importancia que tiene La Guaneña, como símbolo que representa a la mujer aguerrida, destacando la melodía y el baile representativos de la región.

“En las cuatro versiones del Encuentro de Guaneña, hemos tenido la participación de grupos de Bogotá, Eje Cafetero y Ecuador, regiones que conocen el ritmo y tienen su forma de interpretarlo y bailarlo”, afirmó Lorena Salazar, integrante del colectivo de danza Sur Tierra.

“Nosotros quisimos enaltecer lo que es la mujer aguerrida, la mujer enamorada, la mujer trabajadora”: Lorena Salazar, colectivo Sur Tierra.

Alba Lucy Meneses propuso crear el Encuentro de Guaneña, pensó en realizar el evento un 10 de mayo, porque en un día como este, en 1914, cuando por primera vez en Pasto se realizó la celebración del día de la mujer, los hombres les obsequiaron a ellas flores y pañuelos blancos como símbolo de agradecimiento a su labor y función en el hogar y en la sociedad. “Por todos los requerimientos que se necesita para hacer una actividad como esta, no hemos podido realizarla en la fecha propuesta, pero queremos que se dé a conocer, que fue en Pasto en donde se celebró por primera vez el día de la mujer”, agregó Alba.

“Para nosotras La Guaneña dentro del encuentro es un pretexto para exaltar a esa mujer que representa la historia, la música, la danza, el arte, la artesanía, la tierra, el campo, un todo”: Alba Lucy Meneses, colectivo Sur Tierra.

La Guaneña, nos cuentan las gestoras culturales, era encargada de la educación de los hijos, la que disponía de los recursos económicos en los tiempos en los que el esposo estaba fuera del hogar en las batallas. Era ella quién conocía cuantas propiedades y semovientes poseía la familia, velaba por el cuidado de las hijas hasta que salieran casadas de su casa y que los varones escogieran una buena compañera para la vida. Ellas guardaban sigilosamente los documentos importantes como las escrituras, registros civiles, actas de bautizo, todo lo que tuviera valor sentimental o económico se encomendaba a la matrona.

“Incluso sabían cuál era el cuy care (macho alfa) o cuál era la gallina que más huevos ponía, ellas tenían ese conocimiento matemático y casi enciclopédico, como nuestras abuelas, como esperamos serlo nosotras cuando lleguemos a la tercera edad”, puntualizó Lorena Salazar.

¿Cómo se veía La Guaneña?, el atuendo tradicional nos cuentan, también tiende a adoptar influencias de otras regiones del país y de Suramérica, Alba Lucy Meneses nos hace una descripción exacta del traje típico nariñense:

“El vestuario cuenta una historia, el peinado, la cinta, el arete”: Alba Lucy Meneses

En cuanto a la letra, se dice nació del sentimiento de dolor de un hombre humilde, llamado Nicanor Díaz, al sentirse traicionado por Rosario Torres, una hermosa chica a quien su padre había comprometido en matrimonio con José Maldonado, acaudalado pastuso, Nicanor y su amigo Lizandro Pabón, en una cantina de Guaitarilla (Nariño), en 1789 le dan vida a lo que hoy se reconoce como una de las canciones más importantes del folclor nariñense. El compositor Diego De Alba, notó que muchas personas se sentían ofendidas por el mensaje de la canción y le da una nueva forma conservando la melodía tradicional.

“Comienzo a analizar y digo no, esta letra me parece atroz, La Guaneña representa a la mujer guerrera nariñense y ahí conocí a ONU mujeres y les dije: yo tengo esta inquietud con esta canción”: Diego De Alba, músico.

Hablemos del componente musical, inspirado en la mujer que con el guagua cargado a su espalda, trabajaba y defendía su familia y su región. El ritmo de La Guaneña es unos seis octavos, para los entendidos en este ámbito, un formato presente en los ritmos tradicionales de muchos lugares del mundo. En Pasto, Mario Fajardo, realizó un estudio que ha puesto a consideración de públicos académicos de universidades en Colombia y se denomina “Gualao” mezcla de Guaneña y Currulao.

“Gualao relata prácticamente la historia de nuestra ciudad, de San Juan de Pasto, a través de los sonidos, los ritmos, la melodía, la armonía. Esto me está permitiendo vivir una experiencia maravillosa que todavía yo no creo”, Mario Fajardo.

No podíamos hablar de La Guaneña, una leyenda que se cuenta con música, sin conocer el concepto de uno de los intérpretes internacionales y compositor de nuestra tierra, que movido por el amor a su cultura y llevó el ritmo sonsureño a los estándares del jazz, se trata de Edi Martínez, quien en una emotiva frase, describió su versión de la canción emblema del sur.

“Escogí a mi Guaneña para hacerle algo muy especial, eso salió de un concepto personal influido esta vez por el jazz y pues a mí Guaneña, como no la vamos a tratar por el jazz también”: Edi Martínez, músico.

En cada versión de la historia, en cada interpretación de la melodía, la mujer nariñense tiene una amplia oferta para escoger, la ejecutiva, la campesina, la ama de casa, la moderna y la tradicional, la joven, la mujer adulta, del sector rural o urbano. Al escuchar La Guaneña se siente aflorar la identidad cultural, ese lazo que nos une con la tradición ancestral y a la cosmovisión legendaria de guerreras de vida.

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