Bogotá enfrenta una crisis silenciosa que se agrava día a día: la mala calidad del aire está afectando la salud de cientos de miles de personas.
Según la Secretaría Distrital de Salud, más de 224 mil bogotanos ya han sido diagnosticados con enfermedades respiratorias crónicas como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), ambas relacionadas con la exposición prolongada a contaminantes y al tabaquismo.
Aunque se han implementado medidas como el Plan Aire 2030, monitoreos en tiempo real y campañas como CazaChimeneas, expertos y ciudadanos coinciden en que estas acciones son insuficientes.
Niveles críticos de material particulado en Bosa y Kennedy
Barrios como Bosa y Kennedy, en el suroccidente de la ciudad, registran niveles críticos de material particulado sin que se vean avances en zonas de protección ambiental o en la modernización del transporte público hacia tecnologías limpias.
En entrevista con Radio Nacional, el doctor Luis Jorge Hernández Flores, epidemiólogo y profesor universitario, advirtió que la capital sigue registrando picos diarios de contaminación.
"Hay zonas como La Sevillana donde el monitoreo está permanentemente en anaranjado o rojo. Se estima que entre dos y tres millones de personas están expuestas a niveles dañinos de contaminación todos los días", afirmó.
El doctor Hernández subrayó que la contaminación no solo es un problema de Bogotá.
“Se requiere coordinación con Cundinamarca y el Gobierno nacional. Hay que reducir emisiones desde incendios forestales, transporte de carga y minería ilegal que afectan la calidad del aire en toda la región”, señaló.
Uno de los hallazgos más preocupantes es lo que sucede dentro de Transmilenio. Estudios recientes muestran que el material particulado se concentra aún más en estaciones cerradas, por un fenómeno llamado “efecto cabina”.
“Las estaciones selladas atrapan la contaminación y multiplican su impacto. Esto aumenta el riesgo para quienes usan a diario el sistema”, explicó el experto.
Además, Hernández afirmó que la contaminación del aire contribuye hasta en un 20% a la mortalidad por enfermedades crónicas como infartos y accidentes cerebrovasculares.
“El aire contaminado inflama el endotelio, lo que agrava cuadros en personas hipertensas o con afecciones pulmonares. El riesgo es mayor en niños menores de cinco años, gestantes y adultos mayores”, dijo.
Frente a este panorama, la Secretaría de Salud insiste en la importancia del autocuidado y la prevención en casa, especialmente para poblaciones vulnerables.
No obstante, las cifras reflejan que se requieren acciones estructurales más ambiciosas y una coordinación interinstitucional real para que Bogotá pueda respirar mejor.
Deuda de las EPS con clínicas y hospitales
El pasado 5 de julio de 2025, la Contraloría General de la Nación presentó el informe financiero con corte al 31 de diciembre de 2024 sobre la operación de las EPS.
El ente de control reveló que existe una “profunda crisis estructural que compromete la sostenibilidad del Sistema General de Seguridad Social en Salud”. Explicó que la deuda acumulada por las EPS asciende a 32, 9 billones de pesos con clínicas y hospitales y que solo seis EPS cumplen con los requisitos financieros para ser sostenibles.
De igual forma, el presidente Gustavo Petro afirmó que la deuda de las EPS con la red hospitalaria no será asumida como pública por el gobierno, ya que se trata de entidades privadas.