El campo santandereano se transforma para exportar fruta orgánica
Esta oportunidad fue anunciada en Pinchote, Santander, por Jimena Flórez, una bogotana emprendedora, fundadora de la empresa Crispy Fruits, creada para exportar frutas deshidratadas producidas en Colombia.
Agricultores y productores de las provincias Guanentá y Comunera, Santander, así como líderes de organizaciones comunitarias y estudiantes del Instituto de Desarrollo Rural (Idear), se preparan para transformar el campo colombiano con una conciencia de producción con calidad para ser competitivos, erradicando el trabajo infantil en los cultivos a través de un comercio justo para conquistar mercados internacionales.
La empresaria Jimena Flórez, integrante del comité directivo de la ANDI del Futuro en la Seccional Bogotá, es la única colombiana que ha sido reconocida por el presidente de Estados Unidos Barack Obama, en un acto desarrollado el pasado 14 de junio en Washington, que premió el trabajo de los emprendedores de origen latinoamericano que han contribuido a resolver, con proyectos innovadores, retos globales como la pobreza y el hambre.
“Debemos aumentar la productividad en el campo, los estándares de calidad, garantizar un comercio justo para sus productos y generar proyectos sociales que les garanticen calidad de vida en el campo para que puedan progresar”, sostiene Jimena Flórez.
Con el fin de contribuir a la transformación de la agricultura regional mediante la capacitación de los productores, la Fundación Universitaria San Mateo, y el Instituto de Desarrollo Rural, Idear, realizaron una alianza que busca promueve la educación rural a por lo menos 2.500 campesinos, según contó Carlos Orlando Ferreira Pinzón, presidente de la institución universitaria.
Por su parte, Julio César Bernal, coordinador regional de la Universidad San Mateo, reveló que recientemente Jimena Flórez, firmó una serie de contratos con el gobierno de Estados Unidos para vender toda la fruta orgánica que se produce en Colombia.
Ante este panorama, las familias rurales de Santander se preparan para exportar directamente a los Estados Unidos a buen precio, con certificación de calidad y con una proyección de inversión a 30 años.
Este modelo de negocio sostenible, genera proyectos de impacto para los agricultores colombianos con organización, planes de cultivo, fomentando la alimentación sana de las nuevas generaciones y promoviendo el trabajo de mujeres víctimas de la violencia en Colombia, abriéndoles mercados y ayudándoles a recibir inversiones.